Aunque no lo creas, hay personas que descuidan tanto el manejo de sus emociones que se han convertido en adictos a sentir lo negativo. Es por eso que debemos tener demasiado cuidado, mejor dicho disciplina de generar buenos pensamientos.
Estar inquieto en la vida y ser realista es una cosa, pero verle el lado negativo a todo y nunca estar conforme es otra cosa. Provoca un estado de ansiedad tan angustiante que ya no se puede pensar positivo. Usualmente las personas que lo padecen cuando no están en ese estado de nervios o tristeza sienten que algo les falta y deciden firmemente ir a buscarlo.
Lo malo de este síndrome es que la gente que lo padece puede vivir analizando constantemente cómo actúan otras personas, imaginando qué harán, buscando cualquier acto para considerarlo una desconsideración o desplante hacia ellos mismos y desgraciadamente no vislumbran las cosas buenas.
Hay consejitos que te pueden ayudar a dar espacio a tus pensamientos negativos como “distancia mental más tiempo” que consiste en establecer una distancia física con el objeto de los pensamientos negativos obsesivos, toda la que se pueda, y dejar pasar tiempo. Si eres muy constante con la distancia física, la mental llegará con el tiempo necesariamente.
Recuerda no esconderte tras excusas para justificarse, del tipo “yo soy así”, “no se puede cambiar a mi edad”, “este es mi carácter y si te gusta bien, si no pues nada», ya que tales actitudes hacen mucho más complicado el proceso de cambio y recuperación.
Fuentes:
https://www.enfemenino.com/consejos/adiccion-a-las-emociones-negativas-s2491976.html
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