Aunque no lo creas, los coleccionistas pueden sufrir un tipo de adicción y es que tener esta fascinación puede provocar un trastorno obsesivo compulsivo en las personas.
Datos indican que más del 78 % de los ciudadanos ha comenzado en algún momento una colección. Sin embargo, si hablamos de llevar a término la colección, un 65 % ha completado alguna de las que ha empezado y un 35 % nunca las ha terminado.
Hay de varios tipos por si alguna te identifica: tenis, películas, muñecas de porcelana, piedras preciosas, dedales del mundo, relojes, abanicos, dinosaurios o lo que quieras.
En necesario saber que si esta afición es cultivada de forma controlada, coleccionar objetos es beneficioso desde un punto de vista psicológico, ya que permite desarrollar habilidades y actitudes muy positivas para el individuo, como la constancia, el orden, la paciencia o la memoria.

Sin embargo, advierten expertos que en los últimos años «se ha detectado un aumento muy importante» de casos en los que el coleccionismo es exagerado.
El coleccionismo llega a convertirse en una obsesión en aquellos sujetos que presentan una vulnerabilidad personal, esto es, tienen falta de autoestima, escasas habilidades sociales y trastornos a la hora de enfrentarse a los contratiempos. Por supuesto que no ayuda la excesiva presión y el bombardeo publicitario.
Así que, antes de continuar con tu búsqueda exhaustiva, recuerda que debes hacerlo por diversión y gusto. Cuando encontrar los objetos de tu colección intervenga con tu ritmo de vida o afecte tus emociones, es momento de detenerse y preguntarse si no es algo adictivo.

Fuentes:
