El Black Friday comenzó en Estados Unidos para marcar el inicio de la temporada navideña. El viernes después de Día de Gracias, miles de personas acuden a su centro comercial más cercano en busca de los mejores descuentos o promociones, lo que deja jugosas ganancias para las marcas.
Es tal el éxito de esta estrategia que ya comenzó a llevarse a otras partes del mundo.
La temporada navideña se vuelve el pretexto ideal para comprar cosas que quizá no necesitamos y los bajos precios que ofrecen las tiendas sólo alimentan la idea de que debemos adquirirlos en ese mismo momento.
Hacerlo en un par de ocasiones no significa que nos estemos volviendo adictos. Con toda la publicidad que rodea esta fecha en específico es casi imposible resistirse y la mayoría de las personas se siente culpable después de un derroche de este tipo.
Comienza a ser preocupante cuando las personas no sienten remordimiento alguno por estas adquisiciones, aún cuando representen un serio problema para su economía.
Todos somos víctimas de esta tendencia de consumo, pero aquellos que se ven más afectados por la oniomanía o trastorno de compras compulsivas, adquieren artículos similares a otros que ya tienen o compran cosas que realmente no necesitan.
Esta conducta tiene un origen emocional, pues utilizan las compras para lidiar con la tristeza, el enojo o la ansiedad y les generan una sensación de placer inmediata. Querer repetir ese falso sentimiento de bienestar los lleva a salir de compras de nuevo, convirtiéndose en un ciclo que no trae más que problemas financieros y personales.
Como sucede con todas las adicciones, un sector de la población es más propenso a caer en ella. En el caso de la oniomanía se trata de personas entre 30 y 40 años, en pareja, con alto nivel de estudios y empleos bien remunerados.
Igual no se puede ignorar el crecimiento de este comportamiento en personas de menor poder adquisitivo, que se ven más afectadas y les es difícil recuperarse de este problema económico, llegando incluso a arruinarlos.
La mejor manera de luchar contra este problema es acudir con un especialista que ayude a identificar la raíz emocional de esta conducta para poder erradicarla y trabajar día a día por tener mejores y más inteligentes hábitos de consumo, aprendiendo a diferenciar qué objetos sí necesitamos adquirir y cuáles no.
Fuentes: https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2019/11/18/el-black-friday-crea-adiccion-1344610.html
https://centta.es/articulos-propios/pretexto-del-black-friday-los-adictos-las-compras-compulsivas
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