Adictos al azúcar

Si nos duele la cabeza o sentimos que tenemos la presión baja no dudamos en tomarnos una bebida azucarada. Si nos sentimos cansados o sin mucha energía optamos por un dulce para activarnos. Esto actos son bastante comunes y cotidianos, sin embargo, pueden desarrollar una de las adicciones más peligrosas que hay.

La adicción al azúcar es de las más comunes que existen, al ser un producto legal su consumo no es mal visto, a menos de que sea excesivo.

Nuestro cerebro y nuestro cuerpo necesitan azúcar para funcionar. Pero no todas las azúcares son buenas, es muy diferente el azúcar que encontramos en la fruta a la que hay en los productos empaquetados. Al consumir esta sustancia nuestro cuerpo produce oxitocina, mejor conocida como la hormona del bienestar. Sin embargo, se trata de un placer o bienestar efímero. Entonces se vuelve un ciclo en el que volvemos a consumir azúcar y poco a poco se convierte en una adicción.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) sólo deberíamos ingerir 25 g de azúcar al día. Si consumes más en tu día a día deberías considerar tener una relación más sana con el azúcar. Hay varias señales para detectar esta adicción, aquí te dejamos algunas:

Comes dulces por gula y no por hambre. El azúcar funciona como una droga, tu cuerpo la pide aunque en realidad no la necesite.
Siempre estás pensando en comprar dulces. Darse un antojo no le hace daño a nadie, el problema es cuando la compra de productos azucarados sobrepasa a las otras comidas.
Mientes sobre su consumo. Esta es una señal clave en cualquier adicción, no importa si se trata de una sustancia o una actividad.
Sueles darte atracones de azúcar. Comer una galleta o un pedazo de pastel es muy diferente a comerte un paquete o un pastel entero.