Las adicciones se han convertido en un problema de salud pública en diferentes países. Al tratar de combatir el abuso de sustancias, la lucha se concentra en narcóticos como la heroína o la cocaína, dejando de lado un grave problema que sucede bajo las narices de las autoridades médicas: la adicción a los analgésicos.
Los opiáceos son drogas que afectan directamente el sistema nervioso y el cerebro, liberando señales que amortiguan el dolor y elevan la sensación de placer en aquellos que las consumen. Este problema puede comenzar con algo tan sencillo como una persona lesionada que necesita analgésicos para soportar el dolor, conseguir el medicamento es fácil, no hace falta más que una receta médica y una farmacia.
El uso de estos medicamentos ha crecido tanto en Estados Unidos que en el año 2018 se registraron 47 mil 590 fallecimientos ocasionados por sobredosis de analgésicos. La oxicodona, morfina, fentanilo y tramadol son de los opioides más utilizados en el sector médico y tienen como efecto secundario los siguientes síntomas:
- somnolencia
- estreñimiento
- náuseas
- respiración lenta
En el caso de una sobredosis, estos medicamentos disminuyen la frecuencia cardíaca y respiratoria provocando la muerte del consumidor.
Este problema ya afecta incluso a los más indefensos. El número de mujeres embarazadas que abusa de algún tipo de analgésico ha crecido en los últimos años, provocando que los bebés recién nacidos presenten síndrome de abstinencia.
Para evitar caer en esta adicción es preciso seguir al pie de la letra las indicaciones del médico en cuanto a dosis y frecuencia. En caso de necesitar ayuda, lo mejor es acercarse a un profesional.
Por su parte, las autoridades sanitarias tienen como tarea encontrar formas de evitar el abuso de estos medicamentos, pues el requerir las recetas médicas para poder venderlos no es suficiente.
https://medlineplus.gov/spanish/opioidmisuseandaddiction.html
https://easyread.drugabuse.gov/es/content/senales-del-consumo-y-el-abuso-de-analgesicos
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