“El acto de poner esa tarjeta de crédito, de plástico, en la mano está asociado con compras agradables”.
Drazen Prelec
Lo que se conoce ahora como neuromarketing es la estrategia de identificación de estímulos que llegan a realizar predicciones sobre el comportamiento del consumidor. Esta información es utilizada por las empresas para crear campañas mercadológicas que creen la necesidad de adquisición. A últimas fechas, estas estrategias se han desarrollado de manera más amplia, pues debido a la pandemia muchos hemos dejado de pagar con efectivo, lo que dio un despegue en la economía electrónica y crediticia.
Todos hemos escuchado sobre la adicción a las compras y el “tarjetazo”, pues es bien sabido que quienes tienen una tarjeta en la mano pierden el control sobre sus gastos. Esto ha llevado a muchas personas a rechazar, totalmente, las tarjetas de crédito, con el fin de evitar gastos innecesarios.

Un estudio en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) demostró que las compras con tarjeta de crédito generan, en el cerebro, la misma reacción química que las drogas más adictivas (cocaína y anfetaminas). Esto se debe a que el “tarjetazo” evita que pensemos en la pérdida del dinero y nos concentra en la ganancia del producto o servicio, lo cual es un acelerador para el deseo de satisfacer nuestros placeres.
Se ha comprobado que el apetito por el gasto nos lleva a exceder nuestros pagos en restaurantes, combustible y tiendas. Drazen Prelec dijo que las redes de recompensas, presentes en el cerebro, se activan mediante una compra con tarjeta de crédito. Por esa razón no dejamos de gastar.

Fuentes: