Lo virtual está abarcando una gran parte de nuestra vida y ahora las adicciones digitales vienen en distintas presentaciones, puesto que hay tantos programas, redes y páginas digitales que es imposible sólo lo hablar de una sola adicción digital. Aquí te contamos las más recientes y más adictivas.

Las víctimas principales suelen ser los jóvenes adolescentes, ellos son los que tienen más acercamiento, conocimiento e interés por las herramientas digitales.
Estas herramientas son útiles para la vida diaria y tal como lo observamos durante el confinamiento por la pandemia de covid-19 en el 2020, pueden incluso cambiar nuestra vida para bien, sin embargo, en la juventud aún se está desarrollando el sentido de la individualidad y la identidad, es por eso que pueden ser peligrosas para los jóvenes.
En Estados Unidos la depresión y la ansiedad en jóvenes han aumentado de manera considerable, pero este problema ya no tiene que ver con los traumas de la infancia o una vida difícil porque vienen de familias funcionales y amorosas, el verdadero problema es un exceso de dopamina en el cerebro.
Resulta ser que el placer y el dolor se procesan en la misma parte y debería existir entonces un equilibrio para mantener un orden emocional, sin embargo, las nuevas tecnologías han hecho que haya un exceso de dopamina y sensaciones de placer en el cuerpo, lo que pasa después es que la parte que se encarga del dolor trata de equilibrarse, pero en realidad se inclina mucho más.
Es así como se comienza con las adicciones a lo virtual, lo anterior se descubrió con los videojuegos, pero es una realidad que la ansiedad por estar conectado no sólo es a esa herramienta, lo es también a las redes sociales, WhatsApp, Twitter, comprar en línea, ver series, jugar, o simplemente navegar en la web; y aunque dan un placer momentáneo, también es cierto que inciden en la depresión y la ansiedad, pues a raíz de su uso están aumentando las tasas de suicidio en el mundo.
Es algo preocupante, ya que estas nuevas “drogas digitales” han acrecentado el problema de la depresión en un 50% a nivel mundial.

Referencias: