Alergia, gripe y problemas nasales, son las razones por las que miles de personas usan estos sprays como solución, sin embargo, pocos saben que las sustancias que contienen son adictivas a largo plazo.
Hay quienes se han dado cuenta por sí solos que tienen una dependencia severa al spray, incluso han creado grupos en Facebook para tratar de ayudarse mutuamente y contar su experiencia; cuando hay una dependencia clara al “Respibien” que contiene como activo principal la oximetazolina las personas ya no pueden respirar sin ponérselo, otras no pueden dormir por la ansiedad que les provoca no tenerlo al alcance de la mano.

Doctores especialistas han asegurado que la dependencia deviene del componente que tiene (el medicamento), ya que en ocasiones y muy frecuentemente los pacientes abusan del spray para respirar mejor, pero no hacen caso de las indicaciones de uso ni a los horarios puestos en su tratamiento y es cuando el cuerpo comienza a generar una dependencia.
De acuerdo con la otorrinolaringología “el medicamento funciona muy bien los primeros días, haciendo que la mucosa del interior de la nariz se descongestione, creando más espacio para respirar. Sin embargo, al poco tiempo produce un efecto rebote. Esto quiere decir que cuando desaparece el efecto del medicamento, la mucosa se congestiona más que antes. Por lo tanto, vuelven a necesitar el medicamento, generando un círculo vicioso”. Por lo anterior hay que tener mucho cuidado en la manera en la que se utiliza.

Como toda dependencia es una adicción a la larga las consecuencias son terribles pues puede ocasionar crisis hipertensiva, perforación del tabique o ictus; su venta también tiene que ser regulada ya que es libre y sin receta médica lo cuál hace que el problema se agrave todavía más. ¡La adicción al spray nasal existe!
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