El refresco de cola está diseñado para que seamos altamente adictos a él, tanto que es la bebida que más se vende en el planeta y no pasa de moda a pesar de que es muy dañina.
El consumo en exceso de azúcar es reconocido por el cerebro como un tipo de recompensa parecido al que provocan las drogas, tal como la cocaína y el refresco está compuesto principalmente por azúcares; al consumir azúcar en grandes cantidades se genera automáticamente dopamina y haciéndolo regularmente podría crearse una dependencia a la misma, en este caso en forma de refresco de cola.

Hay quienes normalizan esta dependencia en su día a día, ya que consumen refresco de cola en la comida, en la cena y en ocasiones en el desayuno, algo realmente preocupante porque está comprobado que este tipo de bebidas generan enfermedades como la diabetes o la obesidad.
Sus componentes básicamente lo hacen un energizante que mantiene alerta a quienes lo consumen, la mezcla de cafeína con azúcares de distintos tipos crea en el cuerpo una respuesta positiva, se siente energía y felicidad, pero lo que está haciendo es reconocer el consumo de refresco de cola como una necesidad para no perder la sensación recurrente que les provoca.

La adicción a esta bebida comienza cuando los neurotransmisores desechan rápidamente la sensación pidiendo más y más, hay personas que pueden consumir hasta dos litros de refresco de cola al día y que se niegan a cambiarlo por agua natural.
Actualmente hay activistas y funcionarios públicos que luchan por disminuir su consumo, sobre todo en la infancia, pues es población de riesgo para contraer más rápidamente obesidad, en países como Estados Unidos y México se ha logrado poner un impuesto a estas bebidas por ser un producto nocivo para la salud, sin embargo, las compañías son tan poderosas que se niegan a poner etiquetas parecidas a las de las cajas de cigarros que alertan sobre su consumo y provocan enfermedades fatales a futuro.

Referencias: