La ciencia ha advertido sobre los cigarros electrónicos, que además de ser muy dañinos son incluso más adictivos que los cigarros comunes. Este tipo de artefacto tecnológico en un principio se vendió como la mejor alternativa para dejar de fumar, sin embargo, hoy se sabe que sus componentes tienen más nicotina que un cigarro común y eso es lo que hace extremadamente adictivo.
Es lamentable que antes de ser vendido no se hayan hecho los estudios pertinentes sobre su uso y sus efectos a largo plazo; la Organización Mundial de la Salud OMS hizo un llamado al respecto, pues se ha descubierto que es extremadamente nocivo, tanto así que varios países han prohibido su venta.

El vapeador, cigarrillo electrónico o vaporizador funciona con un líquido que al introducirse se calienta por dentro, provocando así que salga suficiente aerosol para ser inhalado.
Dicho aerosol contiene sustancias químicas que son las responsables de la adicción; los vapeadores también contienen sustancias cancerígenas y ahora se sabe que pueden provocar displasias o enfermedades pulmonares graves, hay personas que han necesitado trasplantes de pulmón.
El vapeo se volvió una moda entre las personas de 16 a 20 años y se vendía sin restricción en las calles o en los centros comerciales, eso lo hacía una mercancía atractiva, relacionado con ello comenzaron a hacer el líquido que contiene de distintos sabores.
Lo cierto es que la industria creó un producto atractivo y “revolucionario” que vendió exitosamente como una alternativa para dejar el cigarro, pero al contener mayor cantidad de nicotina hace a las personas adictas a dicha sustancia.

Los vapeadores son la inducción perfecta para que los jóvenes se conviertan en consumidores adictos a la nicotina en su adultez; países como México han optado por prohibir su venta y hacer una campaña masiva sobre los riesgos que tiene vapear.
Referencias: