Una epidemia de adicciones está recayendo sobre un medicamento que solía usarse de manera común y ahora es un problema social de enormes proporciones.
Los primeros adictos a esta sustancia se dieron en Nigeria debido al mal uso de un jarabe para la tos con codeína, los nigerianos no sólo superaban la enfermedad, además tenían efectos secundarios como una fuerte dosis de adrenalina.

Luego de realizar varios estudios a la nueva generación de adictos a la codeína, las autoridades prohibieron la venta y la producción del jarabe para la tos que contenía dicha sustancia, sin embargo, se presentó otra problemática, tras dejar la codeína atrás los adictos comenzaron a consumir el tramadol, un medicamento recetado para el dolor; la industria farmacéutica no tomó en cuenta que al existir ya varios adictos inevitablemente buscarían una sustitución para seguir alimentando su adicción.
El tramadol es adictivo si se prolonga su uso más allá de lo indicado por un médico, y es de fácil acceso ya que es uno de los analgésicos más baratos del mercado; los expertos comparan la adicción al tramadol con la adicción a la morfina, es decir, tiene un impacto severo en la vida de las personas.

La problemática se centra principalmente en África, ya que el continente se encuentra en constante guerra, por lo que los ciudadanos y los militares deben defender su país o sus tribus, el tramadol les ayuda con los dolores intensos de las heridas que son provocadas por la misma guerra y no pueden dejar de tomarlo pues tampoco pueden parar, esto ha hecho que en lugar de centrarse en su lucha principal y en sostener sus hogares se vuelvan adictos y dejen todo para continuar con lo único que les importa: su adicción.
Ahora bien, la industria más allá de ver el problema sigue fabricando tramadol y hay quienes lo exportan desde la India de manera ilegal para su venta libre. Cabe resaltar que si bien en el momento de su consumo las personas presentan un nivel de adrenalina y bienestar elevados, también es cierto que con el paso del tiempo su uso causa además de adicción, problemas respiratorios graves.
Fuentes:
www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-44341834.amp