Black Friday, Buen Fin, llega el fin de año y se aceleran las temporadas de compras, lo que resulta un peligro para las personas que no tienen control para adquirir productos y gastar dinero.
Las grandes empresas han encontrado la manera de crear el marketing perfecto para lanzar estímulos a los posibles consumidores en potencia, estos estímulos se encargan de mandar señales para que las personas tomen una decisión aquí y ahora: comprar ese artículo, aunque no se necesite realmente.

La adicción a las compras está siendo estudiada todavía, hasta ahora la psicología ha dicho que se puede identificar a un adicto cuando la persona ya no tiene autocontrol para comprar lo que sea, comparados con los compradores compulsivos, estos últimos tienen una estrategia de compra o saben que lo que están comprando lo quieren por alguna razón, sin embargo, los adictos a las compras ya lo hacen simplemente porque necesitan hacerlo, se convierte en su estímulo constante para estar tranquilos o sentir alguna emoción que los hace sentirse bien.
El problema puede comenzar con un simple gusto por las rebajas, por ejemplo, la industria se encarga de crear temporadas de precios especiales para que los clientes aprovechen los descuentos y obtengan los regalos de final de año, o bien, puedan llevarse lo que no se vendió durante el año, es el caso del Buen Fin, el Single Day, el Black Friday o las rebajas de enero. De noviembre a enero son tantos los estímulos que casi nadie se puede resistir a comprar, especialmente las personas adictas.

Ahora bien, la adicción a las compras no solo está guiada a quienes tienen el poder adquisitivo para comprar cualquier cosa, las personas pueden acceder a las tarjetas de crédito con altos montos de límite para poder comprar en cualquier establecimiento, los propios bancos crean facilidades para poder obtenerlas y actualmente comprar en internet se volvió tan fácil que las personas no dudan en endeudarse para obtener lo que desean, hay quienes ya ni siquiera piensan en cómo van a pagar después.
Los adictos a este tipo de actividad suelen tener un patrón repetitivo y es que cuándo ya no tienen dinero pueden caer en el robo a familiares, principalmente con sus tarjetas de débito o de crédito, ésta es una de las consecuencias más fuertes de la adicción; actualmente hay centros de rehabilitación para tratar y controlar la enfermedad.
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