El refresco es altamente adictivo porque así fue diseñado desde el principio, sus componentes están ahí para hacer que no podamos dejar de comprar esta clase de bebidas, aunque sean dañinas.
Hay movimientos alrededor del mundo que pretenden visibilizar la peligrosidad que representa beber gaseosas de todo tipo, ya que no sólo generan adicción, también son la causa principal de enfermedades como lo es la diabetes o la obesidad.

Las grandes industrias han sabido crear la fórmula perfecta para que las personas no puedan dejar de consumir refrescos; cafeína, cantidades grandes de azúcar, edulcorantes artificiales, entre otros, que sin duda son la causa de la adicción, ya que son sustancias que generan dopamina en el cerebro y que su vez permiten tener en el cuerpo sensaciones de placer cuando las gaseosas son ingeridas.
Hay personas que no pueden iniciar el día sin esta bebida, o quienes en lugar de beber agua prefieren saciar su sed con una gaseosa, algo que sin duda no solo aporta a su dependencia a la sustancia sino que también crea un patrón para la generación de enfermedades degenerativas.

Las gaseosas son estimulantes y dejarlas se vuelve muy complicado para quienes están enganchados en el hábito, al respecto los expertos mencionan que rebajar la gaseosa con agua no hace que su contenido sea menos dañino, por lo contrario recomiendan dejarlo poco a poco creando una rutina lejos de la bebida, tomar conciencia del riesgo que representan las gaseosas para toda la familia, hacer retos personales para beberla menos durante el paso de los días y poner un objetivo para tenerlo presente diariamente.
Es importante mencionar que los adictos al refresco pueden llegar a tomar hasta dos litros al día, por lo que también el apoyo de las personas que se encuentran alrededor es necesario para lograr el cambio que se necesita.
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